miércoles, 11 de abril de 2012

La Tinta, el Tintero y... el Arlequín

¿Sabéis? Lo bueno de actuar como un bufón es poder decir las cosas tal y como son. De manera directa, sin miramientos ni pedir perdón. Las verdades más amargas se endulzan con una risotada porque a nadie le importa lo que hables.

En parte me gusta, en muy pocas ocasiones te muerdes la lengua o mides las consecuencias. ¿Es malo? Según como lo mires. Reflexionando sobre el tema y viendo como se mueve MundoReal™ carece de lógica.

Sin embargo, caminar sobre el filo de la navaja es un asunto serio. Muy serio.

Una cabriola y sueltas una verdad que deja seco al más pintado. Ríes a carcajadas y sigues tu camino. Ahora bien, mucho cuidado porque os recuerdo que ser un bufón también tiene un lado oculto. Al bajarse el telón y todo el mundo abandona la sala. Sus bromas se quedan flotando en el aire sin nadie que las escuche. Entre bambalinas pocos son los que se acercan y muchos los que te observan.

Cuando la última luz sobre el escenario se apaga, antes de entrar en el camerino, puedes leer una pequeña nota que guardo en el bolsillo.

“Ríe, y el mundo entero reirá contigo. Llora, y llorarás solo.” – Ella Wheeler Wilcox

¿Lo suficientemente escueta para que te des cuenta? ¿Comprendes ahora la poca cordura que me queda?

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