jueves, 11 de octubre de 2007

La Tinta, El Tintero y... el Regalo

Ayer, descubrí un antiguo regalo, aún envuelto en plástico. Un regalo, que jamás llegué a ofrecer. Cuando no se cumple el objetivo de un regalo, ¿en qué se convierte? Supongo que en un recuerdo.

Después de observarlo un rato, y juguetear con él, tome una decisión, y ahora pende de mi cuello. Un recuerdo colgante, ahorcado por una fina cadena de plata. Pero eso ya da igual, únicamente es un recuerdo, nada más.

No llegaré a saber si el regalo le hubiera gustado o no, guardado en un cajón; olvidado con el paso del tiempo, o si por el contrario, le hubiera arrancado una sonrisa de agradecimiento, o un gesto amable. Eso ya da igual, únicamente es un recuerdo, nada más.

Y al final, creo que me falta algo, no recuerdo qué, tal vez esté en un cajón, en un bolsillo de algún pantalón, entre los montones de papeles, libros, discos, y juegos de mi habitación... pero, ¿sabes qué?, eso ya da igual, únicamente es un recuerdo, nada más.