miércoles, 27 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Cepo

Después de varios días, he intuido que necesito aprender, comprender por qué se suceden los días sin control; por qué nunca somos dueños de la situación, por qué jugamos según sus reglas, por qué nos dejamos dominar y por qué nuestros miedos están por encima de todo lo demás.

Te voy a pedir un favor.

Necesito que me enseñes a caminar, y si me tropiezo, que me vuelva a levantar. Necesito que me enseñes a escuchar, y a no tenerle miedo a la oscuridad. Si tan solo por una vez, pudiera oír a la lluvia hablar. Necesito apoyarme en ti cuando ya no pueda más, finge que me aceptas tal y como soy, y dame la espalda no me soportes más.

Enséñame a perseguir sueños junto a ti, a rastrear problemas con mi compañera la soledad, a perder amores y amistades por torpezas infantiles. Enséñame a acariciarte cuando te desnudas para mí, y ofréceme todos los secretos de mujer. Adiéstrame en el arte de la indiferencia, y te mostraré mi dominio cuando únicamente necesites hablar. Instrúyeme para poder llorar en la oscuridad, sin necesitar de ti, aunque te persiga y me ignores, para variar.

Ofréceme una vida en blanco y negro, y prepárame para cuando te burles al asegurar que se puede colorear. Edúcame para que me olvide de soñar, y me convierta en un simple bobalicón como el resto de la humanidad. Ayúdame a creer que lo importante es lo material, sin importar los sentimientos de los demás.

Adviérteme que puedo pasar una vida a tu lado, y nos riamos de nuestras arrugas mientras nos acariciamos las manos. Trátame, al despertar, como si fuera un desconocido, y aléjate de mi lado por ser el amor de una noche, sin dar ni pedir nada a cambio.

Quiero que me mientas, como si fuera un extraño, para que te deje de molestar.

viernes, 22 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... la Dirección

Me he convertido en un depredador, mis instintos más primarios han tomado el control. En este cuarto espero agobiado, ansioso, la más mínima oportunidad de escapar, de huir, de sentirme libre de nuevo. Algo me dice que esta cerca, lo presiento; en estos momentos todos sois enemigos que no dudaré en eliminar si os interponéis en mi camino...

Se ha ido, una calma inquieta invade mi alma, la duda me suelta un zarpazo, ¿cuándo de nuevo? ¿Cuánto habré de esperar? Me revuelvo, no quiero escuchar, no quiero pensar. No veo el momento para poder actuar. Alerta ante cualquier señal que me indique su proximidad.

Mi corazón bombea adrenalina a plena potencia, la respiración se vuelve un susurro, sigo sus movimientos con la mirada, los notos delicados, gráciles, me encanta. Muchos otros han opinado que no merece la pena, que es la peor de todas; me da lo mismo, ellos no son yo, ni yo soy ellos.

La veo sonreír, y como arruga su deliciosa nariz, me levanto con tranquilidad, busco su punto débil, presto atención a todo lo que me rodea, debo encontrar el momento, no puede haber testigos, no ahora. Rapidez, precisión... letalidad, con toda la naturalidad de la que soy capaz la persigo por los pasillos. Su olor me impregna, sería capaz de encontrar su rastro con los ojos tapados. Recorro su cuerpo con la mirada, en silencio, saboreo el momento, acelero el paso, alargo la mano...

- ‘Estamos aquí para advertirte... recuerda las burlas... recuerda la humillación.’
- ‘¡Basta!’
- ‘En el fondo de tu corazón sabes que ninguna te amará... toca vivir y morir solo... héroe...’
- 'No voy a rendirme.’
- ‘Esta bien, no lo hagas, eso no cambiará nada. Te ignora, eres patético. Acabará con cualquier imbécil más preocupado por aumentar su ego que por hacerla feliz - si es que no lo esta ya. -. Pero da lo mismo, no sabe que existes. Renuncia ahora, antes de que sea demasiado tarde.’
- ‘No me importa quedar como un idiota, al menos sabrá que estoy aquí.’
- ‘¿Y? ¿Acaso eso hace que te sientas mejor? Entonces, adelante, hazlo, incluso si lo consigues, recuerda lo que ocurrió hace tiempo...’
- ‘Lo recuerdo, pero alguna será capaz de mirar más allá.’
- ‘Imbécil, eres un hombre libre en un mundo de esclavos. Ninguna te respetará porque a ninguna le importa cómo eres, únicamente le importa cuánto tienes y cuánto le puedes ofrecer... y tú ofreces humo y sueños imposibles... renuncia, ahora.’
- ‘No, no lo haré.’
- ‘¿Cuánto tiempo seguirás engañándote? De sobra sabes que sus palabras amables las usan como escudo, nadie se las cree. Quimeras para auto justificar que son incapaces de ver más allá de un cuerpo bonito o una cartera repleta. ¡Renuncia, YA!, antes de que te vuelvan a herir.’


Entonces se aleja, la pierdo. Maldita sea, ni siquiera sé como se llama, y sólo trabajamos a un piso de distancia. Si únicamente me dieran la oportunidad de demostrar que realmente todos sus sueños los puedo convertir en realidad…

jueves, 21 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Premio

Esta es la segunda vez que el titulo de la entrada se corresponde con su contenido.

Mi querida amiga y lectora Cálida Sirena - autora también de Mensajes de Náufragos - se ha propuesto sacarme los colores al otorgarme...

El Premio Best Blog Darts Thinker.

No tengo palabras para agradecerte tan inmerecido premio. Aún así, lo intentaré...

Muchísimas gracias, Cálida Sirena, de todo corazón.

Y también a todos vosotros, queridos lectores, que seguís mis pequeñas tonterías... gracias por estar a mi lado.

miércoles, 20 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Compás

Hoy, estoy especialmente harto de todo. Creo que me he levantado con el pie izquierdo, otra vez. Aunque sin ganas, voy a confesarte un pequeño secreto.

Una pequeña historia, de amores imposibles, de soledad profunda, de noches en vela, de miradas lascivas, de llantos de rabia, de frustraciones olvidadas.

Necesito que prestes atención, pues lo que voy a contarte no necesita explicación. Quiero que comprendas, cuando te digo que soy la persona más egoísta del mundo.

Quiero ser tu luz, y quiero esperar agazapado en tu sombra. El mayor de tus anhelos y la mayor de tus frustraciones. El confidente más fiel y el delator más inhumano. Necesito ser tu amante más apasionado y tu enemigo más frío. Recorrer tu cuerpo hasta que llores de felicidad, jugar hasta que no podamos más. Quiero perderte en un mar de dudas y encontrarte en el desierto de la desesperación.

Confiésame tus secretos más terribles, lloraré cuando tú llores y reiré cuando tú rías. Quiero ser tu bufón particular, tu único dios y un esclavo subyugado a tus deseos. Te buscaré como un infiel presionado por el deseo de rozar tu piel, y me olvidaré de ti como un niño aburrido que no sabe lo que quiere.

Ódiame por todo lo que soy, pero ámame por todo aquello que puedo llegar a ser.

Tengo que pensar en como hacerte de rabiar, en hacer tu risa estallar, en averiguar por qué me llegas a soportar. Te ofrezco mis ambiciones y deseos, mis tonterías y mis momentos de lucidez, mis sueños y mis manías, mis llantos y alegrías.

Quiero que...

¿Hola? ¿Ahí alguien por aquí? Vaya, otra que se tuvo que ir...

lunes, 18 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Poder

Atención: Relato Corto.

Jamás pensamos que esto pudiera llegar a ocurrir, ni los guionistas más febriles imaginaron tan macabra historia de terror... pero esto es REAL.

No sabemos muy bien cuando comenzó, al principio fueron casos aislados, desapariciones y muertes aquí y allá. Los periódicos y los noticiarios relataban lo ocurrido en su sección de sucesos. Hasta que un día no pudieron ocultarlo, ocurrió en un lugar público, unos grandes almacenes, las cámaras lo grabaron todo. El pobre bastardo no tuvo ninguna posibilidad, y aún contando con un arma de fuego, fue despedazado poco a poco por aquel... ser, se distinguía perfectamente la piel rasgándose como un trapo viejo, los pataleos estúpidos y grotescos, deformándose poco a poco hasta quedar reducido a un amasijo retorcido de carne y huesos. Las primeras personas que le vieron, enloquecieron al instante, pues se rumorea que el vigilante aún estaba vivo... que después de tan espantosa muerte, después de que su cuerpo fuera mutilado hasta tal extremo... su cara aún seguía balbuceando y canturreando de manera macabra, mientras descansaba sobre sus propias vísceras.

Al cabo de un tiempo, crímenes parecidos se sucedían en todo el mundo. Los gobiernos, alarmados, intentaron manipular la información. Algunos les creyeron, y otros, quienes habían visto los restos de sangre, los coches patrulla, los cordones policiales... sabían que era una mentira.

Leyendas urbanas, mitos oscuros, cultos aberrantes... todos ellos tomaron forma, en la mente y en el cuerpo de la sociedad. A nadie se le ocurrió que todo comenzó por un político ávido de poder, en cuyos retorcidos pasatiempos incluía la adoración de aberraciones que siempre están a la espera de que algún necio les abra las puertas de par en par. La tentación del poder, siempre es demasiado poderosa.

Aquellos que hemos conseguido sobrevivir a una de estas abominaciones las hemos llamado: 'Sacerdotes'. Aunque no soy capaz de recordar muy bien, reconozco que no intenté fijarme demasiado, únicamente corría por mi vida. Aún resuenan los ecos de ese... cántico gutural, de esos lamentos inconexos pero sobre todo aquel chapoteo infernal, aquel olor a podredumbre y ese manto acuso de oscuridad que lo envolvía por completo.

Pocos conocemos la verdad, y menos aún los que hemos sobrevivido a este bautismo de locura y sangre. Nos comunicamos a través de las nuevas tecnologías, exponemos nuestros casos y nuestras investigaciones... pero también sabemos que han lanzado a los perros de la guerra tras nosotros, y que poco a poco nos darán caza...

Una única advertencia antes de marcharme… los vértices, pueden entrar por los vértices de nuestras habitaciones… si algún día escuchas el eco un cántico religioso que no reconozcas seguido de un chapoteo y un lamento… corre, no dejes de correr...


PS: Reconozco que más parece la sinopsis de algún tipo de película o de libro más extenso... pero bueno, una historia ficticia de vez en cuando, tampoco viene mal. La imaginación es lo único que no me podrán quitar ;D

miércoles, 13 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Plan

Aquí estoy de nuevo, ¿me puedo sentar? Muchas gracias, sólo tomaré café con leche, nada más.

¿Tienes un momento?, tranquila no te voy a molestar. Tengo un montón de preguntas que quiero contestar. Con algunas te podrás reír y con otras podrás llorar. No te preocupes no me voy a enfadar. Necesito que seas sincera, para variar.

He recordado cuando era voluntario, el tiempo que dediqué a otros sin recibir nada a cambio. ¿Sabes que he visto el dolor de la pérdida y el llanto de la desesperación? Vi a gente sonreír cuando estaban a punto de morir. Mis manos oscurecieron con sangre y lágrimas, y su olor me ha perseguido durante semanas. Conocí a personas que bebieron hasta rozar el límite, a mujeres maltratadas, y hombres engreídos que no poseían alma.

¿Por qué? Regresé al alba, como tantos borrachos, ebrio de dolor y de esperanza; en mi cabeza, esa maldita sirena aullando sin cesar. No estoy del todo seguro, pero creo que sentía a gusto; quizá porque me he arrodillado en charcos mugrientos por desconocidos, cruzado palabras amables con drogadictos, tendido manos a sombras que no poseían nada. Conocí el miedo a lo extraño, el sabor del respeto y el tormento de la soberbia. Mi alma ha llorado amargamente por problemas que no compartía, que ni siquiera sentía. Me he quedado petrificado ante una vida perdida inútilmente, envuelta en su última mortaja color amarillo. He luchado por mantener la calma en situaciones donde el resto perdía la cabeza y, tal vez, por eso, nunca entendí el problema. Sentí el calor de la esperanza renovada, de la mano de un niño que te agarra...

¿Cuándo? En el mismo instante que dejamos de lado nuestra humanidad, en ese preciso momento, todos somos enemigos de todos, y pisaremos a quien se atreva a interponerse en nuestro camino. Lo he visto tantas veces, que soy incapaz de comprender lo que me rodea. Cuantas veces una mano amiga apuñala por la espalda a aquel que ofrece su corazón. Cuantas veces han dado la espalda a aquel que confía en un gesto sencillo. ¿Serías capaz de semejantes actos? ¿Humillarías a alguien por lo que crees que es? ¿Le empujarías al vacío?

¿Dónde? En cualquier lugar, desde los oscuros callejones hasta las plazas más luminosas, en lugares donde todo el mundo ríe y en lugares donde todo el mundo llora. No nos podemos esconder, no podemos ocultarnos de nuestra propia creación. No ahora, ya es demasiado tarde, los rotativos han iluminado demasiadas escenas de dolor, demasiadas esperas agónicas, demasiadas ilusiones quebradas.

¿Cómo? Confieso que un día no pude más, y abandoné. Tal vez, por todo lo que vi, por todo lo que sentí. Demasiados intereses encontrados, compañeros que únicamente miraban por su propio bienestar. Cada vez costaba más y más, no soportaba que todo aquello por lo que tanto luché se convirtiera en otra herramienta del poder.

Gracias por escuchar, no te molestaré ni un minuto más; aunque, como viene siendo habitual, Conciencia, cuando se te necesita... nunca estas.

Susúrrame que todo lo que siento es mentira, un sueño tonto y no más.

domingo, 10 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Cajón

Ahora lo entiendo, últimamente la garra que atenaza mi corazón apretaba con fuerza despiadada. Ahora comprendo, la carga que arrastro es sólo mía.

Hoy, por la mañana, me miré al espejo... no me gustó lo que vi. Una voz sibilina me susurró: 'Toda la culpa la tienes tú, no busques culpables donde no los hay.' Y tiene razón.

Yo soy el Rey Midas de la melancolía, todo lo que rozo se marchita al instante, no existen palabras de consuelo. Cada palabra de aliento, cada gesto dulce, cada mirada apasionada, son transformadas, retorcidas, aniquiladas para filtrar un odio imaginario, una venganza inexistente, una fobia obsesiva.

Mi curiosidad y mi experiencia se enfrentan a muros de indiferencia, de destierro, de aislamiento. Todos mis intentos son fútiles, debo encontrar un madero al que agarrarme o me hundiré sin remedio en este devastado mar.

Estas paredes se estrechan, me arrinconan, me asfixian pero huir representa encarame al desierto, a precipicios sin fin, a una caída agónica. ¿Dónde puedo ir? ¿Dónde puedo refugiarme? ¿En quién puedo confiar? Busco, pero es imposible encontrar; mi alma se niega a ver, a oír, a hablar... a sentir.

El miedo como forma de control, como forma de persuasión... he aprendido demasiado bien. Pero ahora, esta fuera de todo control, no distingo entre amigo y enemigo, cual bestia arrinconada suelto zarpazos despiadados a todo aquel que ose acercarse demasiado.

Demasiado confuso para reaccionar, demasiado defraudado para creerte, demasiado aburrido para querer cambiar.

===============================================
PS: Lo sé, no estoy en mi mejor momento, pero prometo - o al menos intentaré. - animarme un poco.
===============================================

jueves, 7 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... la Sombra

Desde hace algún tiempo, un extraño sentimiento acecha. Un vacío que soy incapaz de llenar. Ni todos mis queridos amigos, ni familiares, ni aquellos desconocidos con los que cruzo una mirada furtiva o una sonrisa esquiva me pueden ayudar...

Intento esforzarme, intento superarme, no lo consigo. El laberinto es demasiado complicado, me rindo. Todo me supera.

Incluso escribiendo, como estoy ahora, me acosa, me intimida. No puedo librarme de él. ¿Por qué yo? ¿Qué pecado he cometido? Intento recordar algo bonito, pero mi rostro dibuja una sonrisa gris.

Miro a mi alrededor, matrioskas cinceladas por el mismo carpintero; grito, nadie me oye. ¿Por qué deberían hacerlo? Todo me parece hueco y sin sentido. Nada vale la pena.

Los días se encadenan unos con otros, me cruzo con sombras sin rostro, sin vida, sin poder de decisión, ¿no se dan cuenta? ¿O acaso soy yo?

Tal vez no encaje en ningún sitio, tal vez esta vida no sea para mí. Reflexiono sobre lo que ocurre a mi alrededor, no puedo ser el único, ni el primero, aunque tampoco el último.

¿Este es el precio que he de pagar? No me parece justo, tal vez exista una salida, las piezas del puzzle pueden encajar. Tal vez pueda ser normal.

¿Me convertiré en ellos? ¿Me vencerán? Dejaré de creer, dejaré de soñar, no quiero seguir escuchando sus burlas nunca más...

Necesito que la luz al final del túnel... seas , nada más.

miércoles, 6 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Sendero

Te veo al otro lado de la calle, me puedo creer que te enamorases de mí. Representas todo lo que un hombre puede desear, eres fuerte, hermosa, inteligente, paciente...

Te sonrío, me sonríes. El semáforo cambia de color, y cruzo la carretera...

Todo sucede tan rápido... una sombra se abalanza sobre mí. Un segundo después mi cuerpo sale despedido por el brutal impacto y aterrizo a metros de distancia. No siento nada, no me puedo mover, el mundo esta dando vueltas.

¿Cuánto tiempo ha pasado? No lo sé, no estoy seguro, cada vez me cuesta más respirar. Te veo a mí lado, no llores por mí, los sanitarios te alejan de mi lado, y comienza su ritual para intentar salvar una vida. Veo que introducen jeringuillas en mi cuerpo, me están intubando. En su mirada, la desesperación.

Noto algo, es espeso y caliente, se desliza por mis muchas heridas. Recuerdo, la primera vez que te conocí, eras tan guapa que no pude superar mi timidez, únicamente te observaba. Pero te acercaste, y empezaste a hablar. Incluso con todos mis defectos y manías, quedamos una segunda vez, y una tercera... hasta que por fin, nos besamos... y me dejaste beber de tu cuerpo.

Miles de burbujas estallan en mis pulmones, mi cuerpo se encuentra extrañamente relajado, siguen afanándose por evitar que mi vida se pierda... casi no puedo respirar. No tengo miedo.

Por favor, no llores por mí, dile a tu hermano que no podré conseguirle aquel juego que tanto quería, dile mi familia que siento no haberme comportado mejor, que les echaré de menos. Y a ti mi vida, te pido que sigas siendo tan fuerte y testaruda como siempre. Veo como te zafas del policía que evita que te acerques, te arrodillas y veo como las lágrimas recorren tu cara. Creo que esta noche no podré regalarte el anillo que guardo en mi bolsillo...

Mi respiración es un leve susurro, oigo como repites una y otra vez: ‘Te amo, no me dejes sola.’, pero esta vez no voy a poder cumplir tu deseo...

Dios, ya no respiro, y una espesa niebla me envuelve... ‘Te quiero, vida mía.’ es mi último pensamiento...

Espero que el otro lado no sea tan malo como dicen, aunque eso ya da lo mismo...

Estoy a punto de descubrirlo.

lunes, 4 de febrero de 2008

La Tinta, El Tintero y... el Café

!Hey! Buenas.

No te había visto. Por favor, entra. ¿Qué tal has pasado el día?

Yo sigo aquí, en mi nube, soñando sin parar; algunas veces contigo y otras sin tí. ¿Te sorprende? Creo que no, ¿quieres que baje un poco la música? Así esta mejor, pero pasa, no te quedes en la entrada.

Quiero enseñarte algo sobre lo que he estado trabajando últimamente, pero no creas demasiado en lo que ves, sólo es humo, nada más. Sí, tienes razón, es su sueño tonto, pero no me importa. A mí me hace feliz y, por lo que veo, a ti te hace reír.

Esta bien, voy a cerrar la puerta de mi habitación y recoger un poco los trastos del salón. ¿Qué te parece mi última película de acción?

Siempre me gustó la forma que tienes de hablar, de tocarte el pelo, de bailar. Vamos, no me mires así, me late deprisa el corazón.

Por cierto, ¿sigues con el chico aquel? Vaya, lo siento un montón, te veía feliz, ¿no? Ya sabes que me gusta escuchar. Yo también lo deje con ella... realmente no lo sé, un día dejo de reír, y no volví a saber más.

Te veo sonreír, siempre te gusto esa foto, ¿verdad? Sales realmente bien, y yo haciendo el tonto, para variar. Quédatela, y déjate llevar.

Se me ocurre una idea genial, me visto en diez minutos, tengo entradas para el concierto de My Chemical Romance, no puedes decir que no, te invito a cenar. Volvamos con unas copas de más.

Déjame susurrar tu nombre a las estrellas... una noche más.