miércoles, 12 de mayo de 2010

La Tinta, el Tintero y... el Reencuentro

Mi vida no pertenece a las grandes corporaciones, multinacionales ni compañías, ni se encuentra encadenada por horarios estrictos, míseros sueldos o gerentes que venden su alma por cerrar un suculento negocio.

Nada de todo eso, mi vida se rige por una marea de sentimientos, una avalancha de sensaciones que, cada minuto que pasa, colman y sacian mis sentidos y alimentan mi imaginación.

Decepción al sentirme rechazado, por agobiarme en el trabajo, por no comprender las razones y explicaciones tras las cuales se ocultan los mayores. Acorralado por un mundo de corazones vacíos y expresiones huecas que visten inmaculados trajes y corbatas al más puro y decadente estilo que imponen todas esas grandes empresas.

Ilusionado por una simple sonrisa, por perseguir mis sueños, por saber que alguien permanecerá junto a mi contra todo pronóstico. Por una invitación y poder comer a tu lado. En una encrucijada de miradas que, si la imaginación se pone de mi parte, acaban desnudas en tu cama.

Mi corazón ladra de pura alegría y con la voz muy bajita me susurra escenas de deseo en estado puro, de tardes compartidas, de broncas que nunca duran más de un día. De risas al verme hacer el payaso mientras te espero a la salida de tu trabajo. Con atardeceres vistos a través de unas lágrimas que surgieron cuando me atreví a decirte te quiero. Por ilusiones compartidas con una simple caricia.

Curiosa es la vida, mi vida, en cuanto me cierran una puerta a dos centímetros de mis narices; sin que nadie se dé cuenta me doy la media vuelta abandonando esa dichosa habitación para cobijarme entre las costuras de tu pantalón.

De esta manera, puro mirar debajo de tu colchón sin miedo a que aparezca el hombre del saco y me sorprenda jugando con el cierre de tu sujetador, al tiempo que mis labios buscan en los tuyos un lugar más acogedor.

2 comentarios:

Ynher dijo...

Es siempre bueno reencontrarse con uno mismo, pues llevamos tanto tiempo buscándonos.
Saludos

Juancho dijo...

Algunas veces nos despistamos un poco y buscamos pensando que la respuesta se encuentra lejos... Cuando en realidad está en nosotros mismos. :)

Un saludo, Poeta Frustrado.