martes, 29 de junio de 2010

La Tinta, el Tintero y... la Fragilidad

Mi mente está en blanco. Una sensación de vértigo me sube desde la boca el estómago, como quien se pone a prueba acercándose demasiado al borde de un precipicio. Un grito ahogado que se queda colgando de mis labios, una palabra que se niega a abandonar mis manos.

Pienso en todo el tiempo que poseo, en todas las locas ideas que cruzan por delante de mis narices y a quien a pocos parece sorprender. Me lanzo una y otra vez contra paredes de cristal, contra espejismos que se ríen de mi cuando les intento alcanzar. La carne de mis labios se pega cada vez que te quiero besar y mi mirada busca dentro de tus ojos un alma que no me quisiste mostrar.

El papel en blanco se ha convertido en una cárcel de la que ya no estoy seguro si deseo escapar, sobre sus paredes relato mi vida, tachando los días que ya no volverán.

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