domingo, 18 de septiembre de 2011

La Tinta, el Tintero y... el Cordón.

Mi inspiración se encuentra congelada en el tiempo. Bajo una gruesa manta de hielo. Con su sonrisa y su mirada lánguida me acusa mientras dure su encierro.

Me pregunto como he llegado a esta situación, cómo es posible que llenando páginas y páginas con historias que comenzaban con una simple sonrisa, el sonido de un despertador o cualquier otra chorrada, ahora me encuentre perdido. Sin saber que decir o que hacer.

En esos días, que pueden llegar a durar semanas, me esfuerzo por intentar no caer. Evitando las trampas que bajo mis pies ponen la desidia y el abandono.

Miro a mi alrededor en busca de alguna salida, de alguna respuesta. Cazando interrogaciones en un campo lleno de exclamaciones. Así me siento.

La cuestión que me planteo es la siguiente. Tal vez necesite un cambio, nuevos aires, perspectivas mejor moldeadas. Tratar de evitar que mi singular visión tome el control, imponiendo unos límites acordes a lo que quiero, a lo que deseo. Sin extravagancias, las justas y necesarias para asomarme al abismo y no sentir vértigo.

¿Cómo lograrlo? Aún no estoy del todo seguro. Comenzaré por ordenar mis ideas, mis pensamientos y mis sentimientos. Con calma, sin prisa y sobre todo sin desviar mi atención. Con un poco de concentración estoy seguro de conseguirlo.

Un paso, un pequeño paso. Cambios ligeros, que apenas se noten. Porque ya tengo los ojos cansados de tanto plan estrafalario.

5 comentarios:

Maluz dijo...

Yo nunca he dejado de sentir vértigo. Perderle miedo al abismo quizás no sea del todo bueno. O sí.

Yemaya dijo...

A veces esos pequeños cambios son los que nos dan vida y los que nos hacen sentir un poco mázs vivos.
Besos y susurros con ternura

Juancho dijo...

@Maluz, el miedo al abismo no es necesariamente malo... Nunca sabes qué puede salir de él. ;P

¡Un beso!

@Yemaya, cierto. Mejor que un cambio heroico, uno que no nos lleve a ninguna parte, uno cuantos pequeños que nos recuerden que seguimos aquí. Con los pies en la tierra... O no. ;D

¡Un beso!

Inocencia prohibida dijo...

Cambiar no tiene que ser malo, si se quiere. Y eso de que tu inspiración esta congelada...no me lo creo, me encanta todo lo que escribes. ;-)

Muchos besitos

Juancho dijo...

Pues lo está, en serio, me cuesta tirar del hilo para lograr escribir algo que no chirríe entre los ojos... :(

¡Besos!