lunes, 21 de febrero de 2011

La Tinta, el Tintero y... el Objetivo

¿Hola? ¿Hay alguien por aquí?

Esto de no tener tiempo me resulta curioso. Cuando no tienes tiempo resulta que todo sucede más deprisa, tan rápido que ni te das cuenta de lo que está pasando. Siendo sincero no estoy acostumbrado a esta situación, a que el dichoso tiempo se escurra entre mis dedos y que cuando quiera reaccionar ya sólo quede la sombra de un beso. O el reflejo de un sueño oculto entre los dibujos de un niño pequeño.

La situación es la que toca, mientras intento estabilizar mi vida por un lado, por otro voy a toda prisa para evitar que mis fantasías se escapen con la luz de un nuevo día. Al menos espero que se queden dormidas sobre el felpudo, esperando que regrese con la compra, a rebosar de historias escritas en las servilletas de aquel bar en donde servían cuencos llenos de romances, de esos con demasiada sal para las heridas.

Mientras, escribo como puedo, sueño como puedo... Y por supuesto, comienzo a llegar a final de mes como puedo, con o sin tus besos. Eso sí, cada vez que me pierdo, vuelvo a tejer la realidad con el perfume de tu cabello, ese con el que me emborrachaba nada más despertar.

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