miércoles, 10 de febrero de 2010

La Tinta, el Tintero y... el Cuadro

Velas marchitas que se consumen sobre candelabros retorcidos; por el continuo goteo de todas esas lágrimas derramadas sobre el vacío de mis dedos. Angustiadas de ver finales sin despedidas, tantas veces repetidas, tantas veces ensayadas. Guardadas en baúles junto a historias robadas de labios que nunca se acordaron de mi nombre.

Pisadas huevas, carentes de todo sentido, recorren mis sentimientos persiguiendo los latidos de un corazón en piedra esculpido. Ecos de risas vacías se amontonan debajo de las sábanas de una cama renegada que se niega a seguir bajo el yugo de unas lágrimas vertidas sobre almohadas tejidas con la seda comprada con la desesperanza.

Mi voz ahorcada pende de los días desgranados sobre el calendario, sin fuerzas para romper esas promesas que me recuerdan cuánto te echo de menos. Abandono a su suerte las noches que en las que soñaba con recortes de tu cuerpo, con ver como jugaba el rocío con los mechones de tu pelo. Todo ese tiempo pasó, me grabo a fuego sobre esta piel curtida por tanto dolor. Me obligo a buscar una salida de este reloj de arena que marca los tiempos, con cada grano de arena que se desliza en su interior, en los que se congelan mis sentimientos mientras observan con amargura como mis manos se niegan a despedirse de ti...

Reconozco que me encuentro saturado de tanto sentimiento, a veces amargo otras sin consuelo. Demasiadas horas indagando cual sería el verdadero motivo por el que anclado a un recuerdo, me torturo conjugando siempre en tiempos pasados. Hasta el momento, no tengo respuesta alguna que daros. Pienso que mis sentimientos pertenecen al viento, a todos esos momentos que siempre había soñado, a cada instante en los que me veía empujado hacia ninguna parte.

Contemplo como todos estos recuerdos se concentran en una frase que jamás salió de tus labios. Encajan las piezas y, al parecer, todo se ha terminado.

2 comentarios:

CalidaSirena dijo...

Sabes lo que he descubierto en todo este tiempo, que no es bueno analizarlo todo hasta el último detalle, que la vida hay que vivirla sin más, descubrirla y dejar que nos envuelva, de esa es la única manera que podremos salir a flote en ella.
Te dejo un beso muy cálido y un abrazo muy tierno mi querido amigo. Te eche de menos.

Juancho dijo...

Me alegra muchísimo verte de nuevo por aquí Calida Sirena.

Aunque me alegra mucho más que te hayas dado cuenta de que no importa cual sea el destino... Si no disfrutar del camino recorrido.

Un beso enorme, querida amiga.