domingo, 5 de junio de 2011

La Tinta, el Tintero y... la Casilla

Con esto de la mudanza, que ya se acerca a su fin. Esto va de recuerdos, de revolver en los cajones, encontrarte con una caja o una bolsa cerrada hace mucho tiempo. Abrirla y que decenas de antiguos pensamientos, sentimientos olvidados que se lanzan a tu cuello para darte un abrazo. Reencuentro largamente esperado.

Me he encontrado con objetos que ni me acordaba de ellos. Algunos tan dispares que al sostenerlos de nuevo entre mis manos pensé: ¿Por qué guardaría esto? Otros, sin embargo, me arrancan una sonrisa por todas las historias que han guardado en su interior. Los menos, los dolorosos, pero incluso ellos, con el paso del tiempo les miro con otros ojos.

Cartas, fotos, dados, juegos, llaveros... De todo un poco. Los mejores, y para no ser menos, unos portaminas. Me recuerdan a mi abuelo, de la época en la que sin venir mucho a cuento, me ensimismaba con cualquier elemento que tuviera que ver con robarle palabras al viento.

Tras unos días de abir cajas, revolver cajones y planificar la última huida hacia delante. Caigo en la cuenta que cada uno de esos instantes, cada uno de esos recuerdos forman una tela de araña. Con una seda tan limpia y delicada como el cristal. Pero que tan solo necesitan un poco de luz para volver a brillar, con un reflejo ténue, sin llegar a molestar, sin hacerse notar.

Al final, se vendrán conmigo, ¿Y por qué no? Retomarán un poco del protagonismo perdido, pero sin dejar que me arrastren junto a ellos en su larga soledad. Pues son sólo recuerdos que una vez lograron hacerme soñar.

4 comentarios:

MARIA dijo...

Siempre hay cosas que vale la pena guardar, pero yo soy de la opinión que una mudanza siempre es un buen motivo para hacer una gran limpieza :). Un beso.

Te susurraré... dijo...

Cómo me ha gustado lo bien que explicas esa sensación tan bonita de encontrar algo que habías olvidado que poseías pero que al encontrarlo reaviva una especie de agradable melancolía por todo lo que entraña.
Besos

Treinta y Tantos dijo...

y que sería de nosotros sin recuerdos??? sin esos objetos que nos transportan a aquellos momentos???

Juancho dijo...

@María A mi me cuesta un poco, si soy sincero, deshacerme de algunos recuerdos. Otros en cambio... Desaparecen sin yo quererlo. ;D

¡Un beso!

@Te susurraré Lo que da de sí una mudanza ¿eh? :P

¡Un beso!

@Treinta y Tantos, bienvenida a La Tinta y el Tintero!

Buena pregunta, en mi caso perdería un poquito de mi, y ganaría algo que no tengo. Aunque supongo que a todos nos pasa algo parecido.

¡Un beso!