miércoles, 6 de febrero de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Sendero

Te veo al otro lado de la calle, me puedo creer que te enamorases de mí. Representas todo lo que un hombre puede desear, eres fuerte, hermosa, inteligente, paciente...

Te sonrío, me sonríes. El semáforo cambia de color, y cruzo la carretera...

Todo sucede tan rápido... una sombra se abalanza sobre mí. Un segundo después mi cuerpo sale despedido por el brutal impacto y aterrizo a metros de distancia. No siento nada, no me puedo mover, el mundo esta dando vueltas.

¿Cuánto tiempo ha pasado? No lo sé, no estoy seguro, cada vez me cuesta más respirar. Te veo a mí lado, no llores por mí, los sanitarios te alejan de mi lado, y comienza su ritual para intentar salvar una vida. Veo que introducen jeringuillas en mi cuerpo, me están intubando. En su mirada, la desesperación.

Noto algo, es espeso y caliente, se desliza por mis muchas heridas. Recuerdo, la primera vez que te conocí, eras tan guapa que no pude superar mi timidez, únicamente te observaba. Pero te acercaste, y empezaste a hablar. Incluso con todos mis defectos y manías, quedamos una segunda vez, y una tercera... hasta que por fin, nos besamos... y me dejaste beber de tu cuerpo.

Miles de burbujas estallan en mis pulmones, mi cuerpo se encuentra extrañamente relajado, siguen afanándose por evitar que mi vida se pierda... casi no puedo respirar. No tengo miedo.

Por favor, no llores por mí, dile a tu hermano que no podré conseguirle aquel juego que tanto quería, dile mi familia que siento no haberme comportado mejor, que les echaré de menos. Y a ti mi vida, te pido que sigas siendo tan fuerte y testaruda como siempre. Veo como te zafas del policía que evita que te acerques, te arrodillas y veo como las lágrimas recorren tu cara. Creo que esta noche no podré regalarte el anillo que guardo en mi bolsillo...

Mi respiración es un leve susurro, oigo como repites una y otra vez: ‘Te amo, no me dejes sola.’, pero esta vez no voy a poder cumplir tu deseo...

Dios, ya no respiro, y una espesa niebla me envuelve... ‘Te quiero, vida mía.’ es mi último pensamiento...

Espero que el otro lado no sea tan malo como dicen, aunque eso ya da lo mismo...

Estoy a punto de descubrirlo.

6 comentarios:

Lágrimas de Mar dijo...

estremecedor, me quedo helada

besos

lágrimas de mar

Juancho dijo...

Bienvenida a La Tinta y el Tintero, Lágrimas de Mar.

Espero que mis "pequeñas" tonterías te gusten ;)

Hoy, me apetecía escribir algo triste..

Un abrazo

Anónimo dijo...

joder tengo los pelos como escarpias y no es por una aspirina caducada ni nada.

te has planteao mandar alguna carta al periodico con un texto tuyo? yo he conseguio que me publicaran alguna...
esto creo que te daria dinero chico... porque me daque vales.

Juancho dijo...

Buenas Revueltillo,

Jejeje gracias por los ánimos. De momento sólo uso este blog para expresar las ideas que me vienen a la cabeza.

Aunque, sí es cierto que siempre me gustó mucho escribir. Pero no creo que sea tan bueno como para lo que propones :P

Un abrazo

Kinyla dijo...

Nota: no leerte en el trabajo, no he conseguido acabar de leer este relato, el Por favor, no llorés por mi... no he podido seguir leyendo, ahora tengo que esforzarme con aguantarme las lágrimas... llorar delante de los clientes no queda bien aunque intente sonreir...

Intentaré releerte dentro de un rato cuando me calme y consiga serenarme.

Algún día espero ser como tú... o parecido más bien (es que me gusta ser chica, no voy a negarlo jeje)

Juancho dijo...

Jejejeje bueno, es lo malo de dejarse llevar por los sentimientos... o lo bueno. Según como se mire. ;)

¿Como yo? Buf, yo espero que seas como tú... :P jejejejeje Si ese es tu deseo, únicamente reune fuerzas y escribe... :)