domingo, 11 de mayo de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Despertador

La luz entra por los agujeros de la persiana, abro los ojos y reconozco el lugar donde me encuentro. Es mi habitación. Miro hacia un lado y descubro la cantidad ingente de películas que se amontonan a encima de la mesa. Sigo mirando y veo todos los libros en sus estanterías, creo que los he leído casi todos. Aunque después de unas cuantas incursiones a la Casa del Libro tengo acumulados tantos que pienso que me voy a tirar los próximos cincuenta años leyendo.

Pero cuando voy a incorporarme noto una sensación... de vacío, de vértigo. No me había dado cuenta hasta ahora, la casa esta en absoluto silencio, nada, únicamente los sonidos del exterior me indican que no soy la única persona en esta maldita bola de barro. Como odio esa sensación, vuelvo a mirar a mi alrededor y todo lo que se suponía que me daba sensación de seguridad ahora se ha transformado. Horribles arpías de la desesperación, ángeles descarnados de la soledad, sátiros de la humillación. No tengo muy claro que es lo que debo sentir, pero resulta que me estoy agobiando, y mi corazón palpita ahora con un ritmo diferente, como si tuviera miedo de seguir adelante. Y detrás de él voy yo.

No me quiero levantar, no quiero enfrentarme a estas cuatro paredes vacías de contenido, a esta casa donde todos sus espíritus insisten en recodarme cada segundo 'lo que pudo haber sido y no fue'.

¿Estas contenta? Supongo que sí, tu puñetera agenda no puede detenerse, y aún menos por alguien como yo. ¿Estas orgullosa? Supongo que sí, siempre has conseguido todo lo que has querido, a cualquier precio, de cualquier manera, usando todo tipo de estrategias. Tú que siempre has esgrimido las armas del 'yo no soy como las demás', los escudos de 'si amas de verdad el físico no importa', las municiones con punta de 'lo importante es que seas una buena persona', has conseguido lo imposible, lo impensable, has conseguido que blinde mis propios sentimientos. Enhorabuena, creo que gracias a ti no seré la misma persona.

Pero supongo que todo esto me lo tengo bien merecido, porque yo también fui uno de los que se trago las mismas mentiras de aquel charlatán. De aquel personaje que siempre gritaba: 'Sé tú mismo'. Que montón de patrañas estúpidas. No importa quien seas, si no que aparentas ser.

Ahora supongo que mi amor estará bien disecado encima de cualquier mostrador, junto a una etiqueta que rece: 'He aquí el más absurdo de todos los sentimientos'.

Y el vértigo desaparece, y lo ha reemplazado una calma total, todas las quimeras se han esfumado, vuelven a sus oscuros rincones, esta vez no pienso quedarme atrás, cueste lo que cueste.

Ahora, me estoy acordando de una frase… y vuelvo a sonreír.

'La verdad esta ahí fuera... pero no sé muy bien donde'

Bueno, creo que es hora de empezar a buscar.

11 comentarios:

CalidaSirena dijo...

Esa frase es certera, la verdad está ahí fuera y hay que buscarla, hay que levantarse y descubrir lo que nos depara el nuevo día..
Me sigue gustando como describes sentimientos y momentos...bravoo.

Besitos y abrazos muy cálidos

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo para nada con eso de que lo importante no es quien seas sino lo que aparentas ser, quizá sea así en este medio de los blogs donde según la cantidad de comentarios que recibas eres más chupi guay bla bla bla, pero no en la vida real. No en la mía.

Has de acostarte cada noche con la sensación de no haber hecho (intencionadamente) daño a nadie, de no haber hecho nada que no hayas querido hacer y de no haber dicho algo que en realidad no debiste decir.
Has de tener los cojones suficientes para poder enfrentarte al espejo y al ver la imagen que te devuelve no te entren ganas de salir corriendo.

No sé.

Un besazo rey.

P.D.: No siempre íbamos a estar de acuerdo, ¿no?

Juancho dijo...

Cálida Sirena, pues sí, creo que me ajustaré mi sombrero de Indy y descubriré que puede ofrecerme esta ciudad. ;D

Un abrazo y un beso enormes. :)

Penélope, supongo que son diferentes puntos de vista. A mí me gustaría creer que realmente lo que aparentas ser no significa nada, pero de momento pocas pruebas tengo para no dejar de creer lo contrario.

Supongo que tengo que seguir buscando... Con respecto a no hacer daño, no decir palabras que no quieres... algunas veces puede ser realmente muy dificil. Pero para eso estamos ¿no?

Un abrazo y un beso muy fuertes. :)

PS: Si estuvieramos siempre de acuerdo, al final sería demasiado aburrido. :P

Nohema Rios dijo...

Intenso, lo leí de corrido sin respirar, me encantó. Tu estilo es único Juancho.
Abrazos!!!

Juancho dijo...

Nohema Rios, todos tenemos nuestro propio estilo. Pero me alegra muchísimo que mis textos te gusten. ;)

Un abrazo y un beso enormes. :)

Lágrimas de Mar dijo...

tienes razón si todos pensásemos lo mismo la vida sería muy aburrida

besos y cariños grandes

lágrimas de mar

Juancho dijo...

Lágrimas de Mar, como se suele decir en la variedad está el gusto. ;D

Un abrazo y un beso enormes. :)

* Sine Die * dijo...

Empieza a buscarla sí....pero partiendo del centro de tu universo: tu propio ombligo....

(Cada día me gusta más como deslizas las palabras, Juancho....)

Besitos!

Juancho dijo...

Sine Die, supongo que mi ombligo es tan buen lugar para empezar como cualquier otro ¿no? ;D

Un abrazo y un beso enormes. :)

* Sine Die * dijo...

Pues no, Juancho, no es lo mismo empezar a buscar por el ombligo que por los pies..

Empieza por el inicio de tu propio centro..

;)

Juancho dijo...

Sine Die, Mmmm te haré caso, y veremos que pasa. Aunque últimamente ando algo descentrado jejejeje ;D

Un abrazo y un beso muy fuertes. :)