domingo, 16 de noviembre de 2008

La Tinta, el Tintero y... el Vacío

¡Alto todo el mundo! He dicho que os estéis quietos antes de que me cabree de verdad. Gracias, menuda tranquilidad, ni tan si quiera un vaso de agua me puedo tomar sin que el resto del mundo quiera agarrar más de lo que realmente es capaz de abarcar. No es extraño que cada día me cueste más despertar, al oír ese maldito despertador te juro que si dependiera de mí... voy a tranquilizarme un poco, aún viendo como el tiempo se agota.

¿Alguna ves os habéis parado a pensar(lo)? Somos los mayores hipócritas del reino. Nos encanta jugar a las escondidas, cómo si no hubiéramos podido soportar todo esto y buscáramos refugio en el primer agujero al alcance de nuestra mano. Toda la maldita basura que se acumula a los pies de nuestro hogar - dulce hogar -. Si tuviéramos un minuto para pensar, sinceramente pienso que la mitad de nosotros se lanzaría al vacío y la otra mitad nos daría ese empujoncito final. Buscando siempre una excusa, otra mentira con la que poder sacar fuerzas y no parar de caminar. A ninguna parte en particular, tal vez con la fría esperanza de que la siguiente recámara del tambor permanezca vacía al menos veinticuatro horas más. Yo simplemente prefiero pensar de qué color tendrás hoy la ropa interior. No es nada personal, sólo es una pequeña obsesión.

Tal vez sea hora de cambiar, de intentar mirar más allá o simplemente darnos un minuto para reflexionar - sobre si seremos los que saltemos o los que empujemos... o miremos sin más -. La situación no ha mejorado mucho ¿cierto? Las perspectivas se mantienen firmes al igual que nuestros sueños. Únicamente cambian de estación para continuar el viaje, sin servicio de catering ni hilo musical - por supuesto, olvídate de una buena película para pasar el rato -. Aunque ahora mi visión ha sufrido ciertos cambios, por fin... con la esperanza de sobrevolar el páramo. Inicio mi propio viaje, en breve y - espero - sin demasiados problemas. Conozco los sacrificios que debo realizar pero las recompensas los ganan con creces. Miro el camino que me llevará a la gloria o a la ruina y esta vez - por primera vez - no me da miedo, ni rabia, nada. Simplemente está ahí, esperando a que den el pistoletazo de salida y me despierte sin tu calor, sin tener que recoger tu ropa esparcida por toda la habitación. Sueño con encontrarte durmiendo en el sofá de mi salón. No es un sueño extraño, ni siquiera trato de pensar demasiado en eso. En estos momentos, por más que me pese estoy obligado a olvidarme un rato de jugar al ratón y al gato.

Cada vez que me lo recuerdan no sabes las ganas de apretar el gatillo que me entran. Gracias a todos esos bastardos que juegan con tu tiempo, con sus formas acicaladas, con sus píldoras doradas, con sus palabras de sacrificio por el bien común. Ellos que no han conocido ni conocerán la mitad de los sabores de esta maldita ciudad. Con sus trajes bien planchados y sus ojeras bien disimuladas gracias a lo último en cosmética. Esos... que prefieren vender su alma por un porcentaje de los beneficios, esos mismos beneficios que dilapidan en la cocaína necesaria para mantenerse en la cumbre. Si realmente supieran cómo sería capaz de manejar sus vidas... de cómo las sacrificaría en pos de mi propia satisfacción personal... no me miarían de forma tan condescendiente. Como quien mira a un chiquillo al cual la lección de hoy le viene demasiado grande. Dios, no sabes cuanto lo odio... pero bueno, basta de cháchara. Esta píldora la voy a tener que tragar, dorada o sin dorar, con agua o sin ella. Cuando antes me haga a la idea, antes podré pasar página.

Y ten por seguro que cuando esto acabe... cuando pueda volver a tener algo de tiempo, me quedaré analizando la mejor jugada, la mejor táctica. Esta vez será una auténtica sorpresa. Por que ahora lo he comprendido todo... no soy el cazador, ni tan siquiera la presa... pero he de moverme lo mejor que pueda por este siniestro campo de batalla.

7 comentarios:

liv dijo...

Amigo, por el simple hecho de plantearte eso ya has besado la gloria, a pesar que el beso te te mate y te destroce sin quererlo.

No hay que acobardarse, hazlo sin mas por favor... te traiga la suerte que te traiga.. pero no seas como "ellos"...

Un abrazooo¡¡¡

Anónimo dijo...

Y luego dices que yo he empezado fuerte la semanita...

MO.

Juancho dijo...

Se intentará... te promento que como mínimo lo intentaré. De momento me queda la satisfacción de que la linea que me separa de ellos está bastante bien definida.

Un besazo, Liv.

Jejejeje es que me esperan dos semanitas - más la emancipación inminente - que prefiero no pensar en ello...

Un besazo, Mo.

Carlitos Satan dijo...

Ese es tu trabajo! ¡Sigue conduciendo! ¡No pares! ¡Somos tiburones! Si paramos demasiado, nos morimos. ¡Vamos a romper algo! ¡Vamos a bombardear algo!

Bringing out the dead.

Juancho dijo...

Nosotros no morimos... nos reagrupamos en el infierno. ;)

Un abrazo, Carlitos Satan. :D

Lágrimas de Mar dijo...

gracias por acordarte de mi y pasar a visitarme después de tanto tiempo

un beso grande

Juancho dijo...

¿Olvidarme de ti? :P Qué cosas tienes jejejeje ;)

Un besazo, Lágrimas de Mar.