jueves, 3 de julio de 2008

La Tinta, el Tintero y... la Yesca

Últimamente tengo la sensación de estar contra las cuerdas, a punto de que todo a mí alrededor se desmorone como un frágil castillo de naipes. La culpa de todo esto, como podéis observar es mía y sólo mía. Maldita encrucijada de caminos, no sé que dirección tomar, en qué dirección encauzar mi vida pues los monstruos empresariales me siguen acosando como una manada de lobos; empujándome sin cesar, sin darme un minuto de respiro.

Es algo que me llega a confundir bastante, ¿en que momento he perdido el control de mi propia vida? Adoro que decidan por mí, cuando lo hacen una sensación de asco me invade y únicamente por respeto - algo que evidentemente ellos no poseen - no les mando a tomar por culo directamente y a la santa madre que parió a su maldita empresa. Menudo lío más grande tengo en la cabeza, un puñetero ovillo que no deja de crecer y crecer. Para colmo, no paro de pensar y como si eso no fuese suficiente yo mismo añado más leña al fuego, tengo la sensación de estar caminando por el filo de la navaja, de un momento a otro todo saltará por los aires y mi vida antes tranquila - dentro de unos límites - se verá envuelta en llamas.

Tengo que dejar de pensar tanto, un día de estos mi cabeza estallará como un globo, a lo mejor estas cerca y puedes llevarte algún recuerdo para ponerlo en mesita de tu entrada: 'Recuerdo de alguien que nunca supo dónde estaba su lugar'. Quedaría estupendo al lado de tu foto de la playa, muy original sin duda. ¿Dónde lo habíamos dejado? Ah sí, elegir un camino, un puñetero camino, ¿Cuál de todas? La del centro... izquierda... derecha... esto me recuerda un poco a los concursos de la televisión: Y detrás de la puerta A... ¡acaba de perder este sensacional descapotable!

Bueno, yo lo acabo de perder todo y mira aquí sigo escribiendo para no perder la costumbre. Supongo que porque no tengo otra cosa mejor que hacer que esculpir mis propios miedos con palabras. Si al menos estuvieras aquí para ayudarme a decidir, no creo que fuera más fácil pero oye, al menos tendría alguien con quien hablar, a quien darle la murga mientras me sigo dándole vueltas al ovillo de mi cabeza. Algún día tendré que decidir algo pero no me siento con fuerzas, ahora no. Pensándolo fríamente poseo todas las opciones en mi mano pero no sé que hacer con ellas.

La mejor idea es darme una vuelta - o dos - e intentar despejar mi mente, tal vez si ato el ovillo de marras a ese árbol y sigo mi camino se vaya desenredando poco a poco, tal vez con un poco de suerte me dé para llegar a aquel bar y verte de nuevo sentada. Hacerme un hueco entre ese panoli y tú y soltarte aquello que decía la canción: todo me parece una mierda... menos lo nuestro.

Vamos a atar el cordoncito... a ver hasta dónde puedo llegar...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"... ¡acaba de perder este sensacional descapotable! pero... ¡HA GANADO EL APARTAMENTO EN TORREVIEJAAAAAAA! UOUUUUUU!"

El camino correcto es el que está más a la izquierda.
O no, no sé, tú prueba, total...


MO.

Juancho dijo...

No, si alguna vez tendré que decidirme... no sé, probaré el de más a la izquierda a ver que tal resulta...

Un besazo, MO

Carlitos Satan dijo...

Estar contras las cuerdas solo significa que tardarás un poco más de tiempo que si estuvieras en el centro del ring. Que te sacudiras las gotas de sudor de los guantes, sacudiras la cabeza y te iras sobre el contrincante sabiendo que le queda nada para besar la lona y escuchar la cuenta de diez.

Con dos cojonazos.

Juancho dijo...

Simplemente es un momento de duda... cojo aire... y de nuevo me lanzo al combate. Y aquí sólo se gana por KO.

Un abrazo.